Todo pasa deprisa sin apenas darnos tiempo a pensar. Un día tras otro, entrenamientos, carreras y competiciones, todo pasa tan deprisa que apenas nos damos cuenta. Perdemos la consciencia de lo vivido y de cómo vivirlo.
Escucha. Toma tiempo en escuchar a otros corredores. Deja que ellos lleven la iniciativa en conversaciones y entiende lo que les preocupa. En pocos kilómetros te contarán sus sueños y deseos, anímalos a perseguirlos y a que cada uno haga lo que quiera hacer y le haga feliz de verdad.
Decide. Toma tus propias decisiones, no dejes que otros influyan. Participa en carreras si te apetece, o sólo corre los domingos. Inscríbete a una carrera popular o a una de montaña, eso lo decides tú. Lo que otros opinen es desde sus limitaciones, no las tuyas.
Disfruta cada vez que corras. Disfruta el momento, cada día que salgas a entrenar, atarte las zapatillas y sentir la brisa en tu cara mientras avanzas. Ese momento es único, para ti. No lo tomes como una rutina, saborea cada evolución, cada consecución de los objetivos.
Toma nota. Soy muy fan de las libretas, de anotarlo todo, cada entrenamiento, dias de descanso o cómo me he sentido en una competición. Una especie de diario deportivo. No hay que dejarse comer el terreno por dispositivos inteligentes de sincronización automática. Debemos tomar parte de ese proceso recopilando datos y sensaciones, y anotándolos en una libreta.
Consecuente. Sé consecuente con lo que haces, asume las responsabilidades de tus actos. Entrena buscando tu mejor versión y trabaja de manera directa en aquello que quieres mejorar. Entrena para correr rápido si quieres correr veloz, trabaja las cuestas si quieres subir mas cómodo.
Cuestiona. Hazte preguntas y cuestiona todo lo que te rodea. Habla con tu entrenador y hazle preguntas para comprender su metodología, eso te ayudará a entrenar con cabeza y entendiendo los ciclos de la preparación.
Sin papeles. Es importante que hagas lo que hagas tengas un trato acertado y no pierdas los papeles, pues eso no te conducirá a nada. Mantén un tono de elegancia en tus acciones en entrenamientos y en carrera.
Impacto. Corre pensando en el impacto que tendrá lo que haces. En como te hará sentir mejor, mas fuerte y eso te ayudará en tu vida. Podrás conseguir todo lo que te propongas con dedicación, enfocando tus acciones en ello.
Dieta con equilibrio. No es cuestión de hacer una dieta estricta. Traza un plan de alimentación y síguelo trabajando sobre todo en la base de los alimentos y huyendo de azúcares y lo procesado.
Parece sencillo y no son grandes cambios, pero uniendo cada punto de a nuestro día a día, ¡puede suponer un gran cambio de estilo de vida como corredores!